He empezado a cazar después de las 10,30, esperando que los conejos estuviesen echados, y si estaban echados dentro de las marañas y en las más grandes, casi siempre salían al lado contrario de donde yo estaba y me quedaba sin verlo.
Cazar en estos menchones tan espesos, un cazador solo puede ser desesperante, la gran mayoría de conejos es imposible verlos, pero yo tranquilo, alguno siempre se deja ver, al final de la mañana han caído algunos.
Los perros se han portado de maravilla, incluso las cachorras.
Por supuesto que esta cacería también la he grabado y creo que tiene algunos lances buenos.

 

 

 

 

 

 

Careta, coge el conejo de cualquier manera, toda su obsesión es venir corriendo a entregármelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lorena, dándole una lección de cobro a la cachorra Lima

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

C

A

R

E

T

A

 

 

 

 

 

 

En el centro,

Palomo.

 

Ala derecha,

Lorena.

 

 

A la izquierda,

Plata.