Le apretaron tanto a los conejos que los que no consiguieron pillar agujero, se salieron escurridos a lo limpio, parándose y echándose en el barbecho, limpio como un campo de futbol, fue impresionante escucharlos.

Los perros mucho mas centrados que el día anterior me hicieron disfrutar desde el principio hasta el final. Que no fue tan bueno, nos cambiamos de mancha y en esta ultima que estaba más clara de forraje, los conejos andaban delante de los perros sin quedarse en las matas.

Total, un fin de semana inolvidable, GRACIAS David y Nayara.