Esta cachorra es la tercera vez que a entrado al picadero, ya en la segunda estaba como para grabarla.

Todas las cachorras tienen su historia, y esta no podía ser menos.

El caprichoso de mi compañero de caza y amigo Cristóbal, se presenta una tarde que yo estaba en el picadero, y me dice, has picado la cachorra de la cara blanca? Le conteste que no, que estaba con otras mas grandecillas, pero que si quería verla, la subiera que en el picadero chico había un conejo, esa fue mi perdición.

Cuando echemos la cachorra al picadero y vio el conejo, fue digna de ver, como latía al conejo, como se metía debajo de los montones de leña buscando al conejo, con que alegría, pues claro, dice el caballero que se lleva la cachorra, le dije barias veces que no, pero él, dale que dale, al final esta en su casa.

Cuando regalo un perro, que todos los años son algunos, criado en mi casa y lo veo con esta afición y clase, disfruto casi mas que si estuviese en mi casa, que buen rato pasemos grabando la cachorra, sobre todo el nuevo dueño, Cristóbal.