En un principio cacemos un barranco de mata moscota muy apretado, era imposible tirar un conejo, todos salían para delante o para tras, pero ninguno a los claros, eran las 9 de la mañana y no había pegado ni un tiro, llevaba 2 conejos pillados a diente, decidí de salir del barranco y meterme en un mechón grande de monte y he acertado, los perros enganchaban un conejo de tras de otro, hasta que lleguemos al coche.
La segunda tanda la saque al mismo sitio y ha sido una gozada, barios a diente y muchos levantes, es difícil tirarlos por la espesura del monte pero los perros disfrutan, al final he salvado el día.

 

 

 

 

Estrella, con la cara destrozada de meterse en las matas, cobrando un conejo pillado a diente por ella.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estrella

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cristóbal con su cachorro, Chulo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ignacio, con mi perra Kia.