Al estar todo mojado las liebres y perdices estaban en los menchones y a los perros nuevos los a puesto locos, es la primera vez que los cachorros han cazado con el suelo mojado y tanto rastro no había forma de barajarlos. Una ver templados se han ido viniendo a su sitio, pero el que a empezado a fallar e sido yo, que he estado malísimo.
Entre lo malo que he estado y la desconcentración con los cachorros, que de vez en cuando echaban una liebre o se levantaban las perdices, al final se ha ido la mañana y he podido recoger bien pocos conejos.
Una lastima, porque los perros han movido bastantes conejos y para colmo a dos que le he tirado muy cerca los he destrozado.