Al rato me llama Fran diciéndome que si yo llevaba pinzas en mi coche, que el coche de Rubén no arrancaba por la batería, le dije que si, que no se preocuparan que si tenia pinzas en mi coche, Pues cuando llegue, intentamos arrancar el coche, pero no lo conseguimos, las pinzas eran finas y no servían.

Fran y yo nos fuimos para el coto y Rubén llamo a un socio para que lo recogiera con el remolque.

Total, empezamos a cazar después de las 10,30 de la mañana, con muchísimo calor, ya antes de empezar.

Cazamos un listón de palmito, pitas y broza, con conejos, pero casi más agujeros.

La verdad es que la percha no fue muy abultada, pero pudimos disfrutar de buenos lances, algunos buenísimos jeje jeje

Y sobre todo yo pude disfrutar de la compañía de estas buenas personas, Fran, Rubén con su churunver, el hermano de Rubén, barios socios y el guarda.

 

Un fuerte abrazo para todos, gracias.