La noche antes también había llovido y estaba el monte empapado, las matas con bastante agua, pues, al entrar los perros en las matas toda el agua acumulada les caía en el lomo.

En este lance tire dos conejos casi juntos en segundos, venían escurridos de los perros, que estuvieron un buen rato dándoles caña en un jara revuelto con tomillo y algunas coscojas.

Por estas fechas los conejos que quedaban estaban bastante perreados y se las sabían todas. Los perros les pasaba como a los conejos, a estas alturas de veda estaban súper puestos, pues, la balanza estaba muy igualada.